Intel va a
tener que lidiar con un problema de seguridad en sus procesadores: esta vez, el
fallo se llama PortSmash.
La tecnología
PortSmash es una vulnerabilidad que se aprovecha de la tecnología
Hyper-threading para robar claves encriptadas.
Cuando la CPU
utiliza hilos de datos al mismo tiempo, el malware que está funcionando en un
hilo, analiza las instrucciones que se están ejecutando en el otro hilo, y así
es capaz de ir hacia atrás en la cadena de ejecución, y descubrir que datos se
utilizaban en la entrada.